martes, 28 de junio de 2016

La fragua

La fragua, la de Vulcano, el dios mitológico del fuego, el lugar dónde forjaba las armas para la batalla. En ese lugar, fue sabedor del engaño, la burla y traición de su esposa, Venus la diosa del Amor.

"Fragua de los cuatro vientos", fragua de los celos. Que con el aire de esos cuatro fuelles, aviva cada uno de los pesares, la desaparición, la angustia, sufrimiento y la turbación.

Que nos quema en nuestro interior, en nuestro corazón, cual llama incandescente, ascua o brasa.

Porque no hay mayor pena, mayor dolor, que el miedo a perder el amor conseguido.

"Que por ti pené tanto que en la pena perdido,
por el miedo a perderte pedí lo conseguido"

Perdido por una traición,  perdido por la ceguedad de los celos. Un dolor que desgarra y atormenta hasta la locura.

Ese amor que quizá se fraguó en ese lugar, en otro tiempo. Cuando el viento de los fuelles solo llevaba,  esperanza, ilusión, respeto y sobre todo,  amor.

La ceguedad, la tristeza por ese amor no correspondido. Amor que crece en el interior, que ahoga, que oprime en el pecho. Que perturba y que mata de inquietud, porque quizá mira a otros ojos.

La amistad, el cariño y compañerismo, eso se puede compartir. Pero la pasión que se siente por el ser amado, esa pasión es entre dos.  Entre tú y yo.

No puedo tenerte, te dejo ir. O mejor me voy yo. No soporto mi tu recuerdo, ni tu imagen. No puedo imaginarte en otros brazos. Me rompe por dentro.

Iré a esa fragua donde el herrero a base de vivo fuego y martillo  remacha las penas, las penas de los que sufren por amor.

"donde remachan los hombres sus penas a vivo fuego"

La fragua donde todo empieza. Donde el herrero, con pasión va dando forma a un sentimiento ávido de correspondencia.  Y dónde todo acaba, volcando ese sentimiento en el fuego que todo destruye.

"Que no me harás otra ni ningún desplante,
donde quieras irte allá Dios te ampare.
Ya no quiero tenerte que no se tiene nada
Ni el reflejo en el agua..."

No sufriré más por el ser amado, no seré su juguete roto,  su motivo de burla ni desplante.

Volveré a buscar el amor. Quizá un día vuelva la ilusión.
Y se encuentre en una carita que consuele con su sonrisa y sus aires de fruto fresco....

"La herida de los adentros"


SOMOS PURA ESENCIA DEL SENTIR MANOLERO





domingo, 12 de junio de 2016

Todo aquí, todo ahora



Todo es ahora y todo por venir, sólo puedo estar en un sólo lugar 

¿En qué hemos convertido nuestra vida?. ¿En un baile de carnaval? Quizá sí y cada uno tenemos el nuestro. Cada uno es diferente del resto. Como mundos individuales, umbríos, con miradas muertas, como los ojos inertes que miran tras una máscara. Carreras, estrés, vivir al limite. Algo que nada tiene que ver con aquel ritmo pausado y cadente de nuestra infancia, en la que el tiempo parecía que no avanzaba, en el que todo eran "ahoras" llenos de luz.
El tiempo pasa, maduramos y de repente todo cambia.
Nos hemos parado a pensar si esto es  lo que queremos, si esto es vivir. Nos hemos parado a pensar, que este momento es nuestro presente y es único. No disfrutaremos de otro igual. Pasamos los días, las semanas, sin darnos cuenta, pensando siempre en el mañana . Obviando que, el ahora, ese es el mayor e irrepetible  tesoro que tenemos.
El ahora es nuestro presente. 
Disfrutemos.


"Todo es ahora mientras siga girando la noria" . Una vuelta, otra vuelta, unas veces nos llena de entusiasmo, aunque en otras, nos puede angustiar, incluso aturdir. La noria con sus cabinas, que albergan gentes, cada uno, con su todo, con su ahora.


No permitamos que deje de girar nunca esa noria, que representa nuestra propia vida. Nada está escrito, cada día anochece y vuelve a salir el sol, con nuevos días que traen nuevas luces y nuevas sombras. Y así  es nuestra vida, llena de nuevos aires, que harán  que nuestro "ahora" sea mejor que el de ayer o por lo menos diferente.



"Todo es ahora, cuando en las hogueras se baila". Cuando se saltan esas hogueras, cada salto, encierra un segundo de diversión, inseguridad, de riesgo incluso de miedo. Ese salto sobre el fuego con la adrenalina al limite, que hace sentir el momento de una forma intensa, el palpitar del corazón,  ese momento efímero,  que en un segundo será pretérito.

Cuando de verdad tenemos consciencia del "ahora" es en momentos de esa intensidad. Disfrutemos esos momentos al máximo, en esos bailes  sobre las hogueras, o sobre algodones, en momentos de extrema exaltación, pasión y entusiasmo.   Eso es el todo, eso es el ahora.


Levantemos por nosotros mismos un jardín. Sembremos flores, que den fragancia y color. Limpiemos las hojas secas de esos árboles. Que ese jardín irradie felicidad y gozo, que crezca en nosotros, que seamos ese jardín. Que su savia, sea nuestra savia. Que la madre naturaleza nos cubra con su manto de fertilidad, para vivir nuestro todo y nuestro ahora.

 

Todo está  aquí y todo es ahora, fugaz,  frágil, incluso a veces engañoso e inseguro. Y nos intentamos revelar ante ese ahora que nos defrauda, que nos miente. Nos volcamos en crear ese ahora ideal, que nos haga feliz. Todo está por venir, construyámoslo radiante, jubiloso. No miremos al pasado, detrás no queda nada. Y al futuro hagámoslo con cautela, es un tiempo incierto. Cuando llegue ese futuro,  lo aceptaremos con su ahora. Que el pasado y futuro no nos  atrapen tanto, que impidan reconocer nuestro presente, que en definitiva en nuestra vida. Es, nuestro todo y nuestro ahora.

 Aprendamos la lección del Maestro. 

"Todo es ahora, cuando el largo camino se hace corto. No será nunca ahora, cuando el corto camino se haga largo"

Yo acabo de descubrir que mi Todo, es Ahora.

SOMOS PURA ESENCIA DEL SENTIR MANOLERO